Pensamiento y Acción Social - PAS, en conjunto con organizaciones feministas nacionales e internacionales se suma en una sola voz, hoy, 31 de Mayo de 2021, a la vigila Feminista Nacional, para exigir que cese la militarización de la protesta social y se fortalezcan los lazos de solidaridad y dignidad en un abrazo Sororo.
“Apostar por la paz a pesar del fuego, es pedir justicia a pesar de la amenaza, es dar vida a pesar de la incertidumbre, es cultivar a pesar del destierro, es reconciliarnos a pesar del dolor, es, en últimas, seguir defendiendo la vida a pesar de la vida misma” (ECAP, 2021).
Con el corazón adolorido por lo que estamos viviendo, nos fortalece saber que tejemos juntas y que, desde muchos territorios, en nuestra diversidad, las mujeres encontramos caminos para seguir creyendo en que este país transite hacia la paz y proteja la dignidad de todas las personas. Encendemos una vela, centramos nuestras energías y pensamientos, convencidas del poder de la palabra, del diálogo y de la práctica política feminista para fortalecer la democracia, con el cuidado de la vida como un principio inviolable en la protesta social y la construcción de confianzas como fundamento indispensable para este mundo que emerge. Coincidimos y nos sumamos a los puntos que muchas feministas proponen.
Por ello, elevamos nuestras peticiones para que exista negociación con todas las fuerzas sociales y políticas del país movilizadas en el contexto del paro nacional, con el concurso de la comunidad internacional, incluyendo al movimiento de mujeres y feministas.
Hacemos un llamado por la desmilitarización inmediata de las ciudades, los territorios y las vidas de colombianas y colombianos, a la derogatoria del Decreto 575 de 2021 y a que se cumpla la prohibición constitucional de crear, promover y tolerar grupos civiles armados organizados con fines ilegales de cualquier tipo, incluyendo los denominados autodefensas, paramilitares, así como sus redes de apoyo, estructuras o prácticas, grupos de seguridad con fines ilegales u otras denominaciones equivalentes (artículo 22a CP). Que la protesta social permita las misiones médicas y humanitarias y siga actuando en el marco establecido del respeto a los derechos humanos, la vida y la dignidad de todos, todas y todes, ciudadanía y Fuerza Pública.
Exigimos esclarecimiento, investigación, justicia y reparación por las graves violaciones a los DDHH de parte de la Fuerza Pública en el marco de la protesta y la renuncia inmediata del ministro de Defensa; como paso previo apoyamos la urgente visita de trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como la protección integral de las mujeres defensoras de derechos humanos, líderes y lideresas sociales. La reforma a la seguridad debe plantearse desde el enfoque de seguridad humana, que reconozca que en sus bases están las garantías a una vida libre de miedo y la libertad para vivir en dignidad y el papel de unas fuerzas armadas garantistas de los derechos humanos. Y debe darse una implementación genuina del Acuerdo Final de Paz y especialmente, de las medidas de enfoque de derechos humanos y de género.
Necesitamos acuerdos para enfrentar las profundas desigualdades que existen en el país -entre territorios, entre etnias, cuerpos racializados, entre identidades diversas -, con particular énfasis en la desigualdad de género, en la protección de las mujeres campesinas y los territorios. Puesta en marcha de un plan de emergencia que afronte los efectos del empobrecimiento de la población colombiana, en particular de las mujeres afectadas desproporcionadamente por la pandemia y la violencia de género en su contra.
Debe ser una realidad la Renta Básica Universal priorizando a las mujeres en toda su diversidad, mayormente afectadas por el efecto de la pandemia e implementación de garantías con celeridad para que tengan disponibilidad de recursos propios y la implementación de estrategias como la economía social y solidaria y la puesta en marcha del Sistema Nacional de Cuidado. Son claves las Políticas públicas efectivas para las mujeres y la equidad de géneros, con presupuestos y mecanismos institucionales que hagan sostenibles los cambios.
Clamamos por una paz justa y verdadera, una paz que nos movilice en amor por las demás personas y la naturaleza, una paz que garantice el respeto de los derechos humanos, una paz que le permita a todas las familias colombianas abastecerse de agua y comida, una paz que nos permita reconciliarnos en medio de tanto dolor.
¡Las Mujeres estamos en Vigilia!
Colombia, 31 de mayo de 2021
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